Este post está destinado a dar unos consejos sobre como secar la leña de manera optima. La leña cuando se encuentra recién cortada tiene un alto porcentaje de agua, en concreto hasta un 50% de agua y así es difícil que arda de manera eficiente, dando un aporte calórico muy bajo. Desde nuestra empresa toda la leña que servimos se encuentra seca y en perfectas condiciones para su combustión, pero si usted ha cortado o va a cortar leña estos son algunos de los pasos que se deben seguir desde que se corta hasta que se consume en la chimenea, estufa o cualquier lugar donde se produzca la combustión:

 

1.- Ver que tipo de madera vamos a utilizar.

 

Principalmente existen 2 grupos o tipos de maderas en los que podemos clasificarlos para su tratamiento: maderas duras y maderas blandas. En las primeras están incluidos leñas como olivos y encinas o chaparro, mientras que en el segundo se encuentran leñas como el pino. Por lo general las maderas blandas no tienen un poder calorífico tan grande como las leñas duras y suelen tardar en secarse entre 6 meses y el año, mientras que las maderas duras pueden llegar a tardar hasta 2 años.

 

2.- Corte y lugar de almacenamiento.

Salvo que sean árboles de hoja caduca, lo más lógico es talar y almacenar la leña en verano, dado que en nuestra zona es un clima muy cálido en esa época y nos permitirá secar correctamente la leña.  Respecto al lugar de almacenamiento y conservación por estas latitudes una buena opción es dejarla al aire libre para troncos de entre 10 y 25 cm de diámetro a una longitud de hasta 50 cms, dependiendo del lugar de combustión para que entre bien en chimeneas pequeñas. En el lugar de almacenamiento es recomendable que no se encuentre la pila pegada a la pared para facilitar la circulación del aire entre los troncos haciendo que se seque antes.