La leña de encina se cataloga dentro de las llamadas leñas duras, es por ello que posee unas propiedades de gran consistencia y larga duración en la combustión. Por lo tanto esta leña tras la combustión ofrece unas brasas de gran calidad, usándose así para cocinar alimentos,  por ejemplo en barbacoas, chimeneas u hornos de leña, tanto en restaurantes como en el hogar. Cuidamos del secado de nuestra leña para que tenga el punto óptimo de humedad, y usted la reciba en su casa en las mejores condiciones para su uso. Adicionalmente la leña secará en nuestras instalaciones al menos de 9 a 12 meses.
La encina es un árbol centenario de crecimiento lento y por tanto produce una leña sólida, contundente, que tarda en consumirse y que lo hace a altas temperaturas, es perfecta para inviernos duros en los que la estufa o la chimenea está continuamente encendida, ya que normalmente la brasa o el rescoldo dura de un día para otro.

La leña de olivo al igual que la de encina es una leña de dureza elevada, que al arder produce bastante llama por lo que es especialmente interesante para ser usada en calefacción. ya que también produce menos ceniza que otras maderas. La madera de olivo es perfecta para chimeneas y estufas de tamaño pequeño como las que se usan actualmente en muchos hogares, porque se puede cortar en troncos pequeños, que podremos colocar en una cesta o en un pequeño leñero en el salón de casa.

Córdoba es una de las zonas de mayor producción olivarera del mundo, y de ese milenario olivar es de donde obtenemos la mejor de las leñas de olivo, procedente de tronco y de tala, que tras el secado en nuestras instalaciones está preparada para calentar su hogar, o cocinar los mejores arroces.